Sunday, 4 December 2011

On London and something else


London has made it again. You can see top quality theatre for the price of two hamburguers, like 13, the latest play by Mike Bartlett. 13, perfect number, number of points in the protocole to bombing Iran. At 2 pm the crowd gathered in Southbank takes over the National Theatre. And then you have an idea of how thick this theatre-loving demographics is in London. English theatre is always on top of things, making politicians and all the establishment look like rubbish (one could compare it to the clockwork-like job done by David Mitchell's column on Nick Clegg in The Observer). How many playwrights are ready to disect society. At times when the British government expels Iranian diplomats, 13 make us reflect precisely about the next war. Bad dreams, nightmares. We just cannot sleep at all. That's exactly how we we feel in these times of extreme decay.


Precise jewlery are all the artefacts that get played on stage. First and foremost is this black box that is an alarm clock, an apartment building, a platform for John, the head of the protesters, the facade of 10 Downing St, et cetera. The box contains God, according to a Richard Dawkins-like character, who eventually shows us that the box is empty. John seems just coming to stage from the tents placed by St Paul's occupiers accompanied by Rihanna's song Only girl (in the world), that fresh is this play directed by Thea Sharrock and designed by Tom Scutt. Bookmark and Share

Sunday, 23 October 2011

El rostro y la máscara

Referido a la columna del mismo nombre de Rafael Gumucio.

PRIMER ACTO: Durante el programa de radio "Desde Zero" con G. Salazar, hace unas semanas, el discurso de Rafael Gumucio daba a entender una concepción del encapuchado como delincuente. Salazar no estuvo de acuerdo y les enseñó a Patricio, Claudia y a Rafael a entender al encapuchado desde la lógica del sujeto social. En esta columna está presente esa enseñanza, pero revertida contra el maestro. Rafael se apropia del discurso de Salazar, solo que lo vuelca en su contra.

SEGUNDO ACTO: en el programa de radio en que entrevistan a Manuel A. Garretón hace unos pocos días, éste propone que el movimiento estudiantil llame a los partidos políticos a una mesa de diálogo para que sean estos últimos los que realicen el cambio político que el país requiere. Es la proposición contraria a los planteamientos de Salazar en su libro "Poder popular constituyente", donde plantea que los políticos se colgaron del movimiento ciudadano de los cacerolazos y la lucha en las poblaciones durante los 80 y luego traicionaron las intenciones de dichos movimientos. Hoy día Salazar está en otra parada: seguir fortaleciendo los movimientos sociales en su práctica social diaria y soberana y nunca delegar en los políticos su fuerza. Rafael se apropia del discurso de Garretón.

TERCER ACTO: No tengo idea, pero de una manera u otra tanto la visión de Salazar como la de Garretón son ciertas: la dictadura no fue derrocada simplemente por el consenso político: la Concertación pudo negociar con la Dictadura debido a que encarnaba a esa ciudadanía exaltada que empezó a ocupar las calles y barriadas. Y de otro lado, la fuerza de negociación política del movimiento estudiantil se va a perder si es que los políticos profesionales no toman el relevo, con el peligro de que los traicionen de nuevo, que es la constante histórica. Rafael podría escribir también "El rostro y la máscara", pero esta vez dirigida a Garretón. Mi impresión es que el movimiento estudiantil le debe más a G. Salazar que los partidos políticos deben a M. Garretón. En otras palabras, G. Salazar inspira mucho más a los movimientos sociales. La labor de Garretón es meramente de observador bien informado. De allí que la salida negociada la veo poco probable. Los movimientos sociales chilenos van a seguir profundizando sus formas de organización, muy de largo plazo, los encapuchados van a ser marginados y los políticos realizarán una transformación insuficiente sin involucrar a las bases, basándose en la lógica de los movimientos de masas. Al final, habrá una crisis todal de legitimidad, aun peor que la actual, un descontento y frustración generalizas. Bookmark and Share

Wednesday, 19 October 2011

Tools other than words as words

Tools may well enter a syntagmatic relation with other tools, such as within the network of objects of a collection. I am also thinking of the museum and the art exhibition as well (a paradigmatic relation). Eventually, all who can abbreviate Duchamp's urinary operate with it pretty much as they operate with a word.

And what is cinematography but a rendition and reflection of objects, including landscapes, "nature", as well as signs and symbols. I am thinking on the syntagmatic of Einsenstein and Kuleshov before filming carried any sound at all. You see the face of a man and a dead child and you conclude that the mad is sad. You see the same face of a man
and then you see a girl in a "lascivious" position, and you conclude, well... something else. When were faces, dead children, spoons, etc. internalised? They were internalised before or after the film? Before or after the two film "shots" required to have a syntagma?

The Kuleshov experiment

Yet the public escaping from the train arriving at the railway station, theme of the film made by the Lumière brothers, had internalised the train as what? Why people no longer escape from cinemas when they see a train or a bullet coming towards them? Bookmark and Share

Tuesday, 13 September 2011

Los mejores de la Triennale Yokohama 2011

El arte contemporáneo está en franca crisis o los comités que seleccionan las obras de una trienal lo hacen bajo los efectos de algún barbitúrico adulterado. El hecho es que hay pocas cosas sorprendentes a la vez que refrescantes en esta Triennale Yokohama 2011, ¿Cuánto podemos llegar a saber sobre el mundo? Demasiado márketing. Demasiados voladores de luces. Demasiado ruido y pocas nueces.

RUIDO: (1) El teléfono de Yoko Ono no puede resultar más patético. Se trata de una cabina telefónica instalada en el interior del Museo de Arte de Yokohama (sede del evento), a la cual se accede pasando por un laberinto de paneles de acrílico transparentes. Se supone que el teléfono puede sonar en cualquier minuto y que una vez dentro se puede coger la llamada de Yoko, quien seguramente preguntará al interlocutor "John, ¿eres tú? ¿Estás ahí?" Pero todos sabemos que Yoko Ono no va a llamar porque ha acabado por entender que John Lennon está muerto hace bastante rato. Y lo que es peor, nosotros mismos sabemos que Yoko está muerta por vivir de las rentas de éxitos pasados. (2) Hirst, Araki, Magritte... No expongamos los fondos del museo provenientes de los bajos fondos. La mezcla de consagrados y aspirantes quita frescura a una muestra que debería ser un termómetro del arte. Aunque sepamos que el arte contemporáneo está herido de muerte.


POCAS NUECES: (1) La instalación de Taro Izumi es memorable. Entramos en una sala en que distintos objetos cotidianos (por ejemplo: una pelota, un par de patines para el hielo, un casco de motociclista) están dispuestos sobre algunos cubos blancos. En la sala contigua hay más de esos objetos, pero al fondo hay tres pantallas de televisión que proyectan cada una a un hombre que lleva una máscara de simio en la cabeza. En off se oye que alguien manda que cambien de objeto. Los hombres mono cogen un objeto, lo ponen sobre la mesa. La voz en off ordena que abracen el objeto. Los hombres mono hacen caso. Manipulan el objeto según las órdenes y eventualmente lo cambian. Lo interesante es que la orden solo tiene sentido para el mono de la pantalla del centro. Para el resto, la orden simplemente resulta ridícula e improcedente, pese a los intentos del supuesto primate por cumplirla. Por ejemplo, se entiende que a un mono que sostiene un muñeco de un perro se le diga que le toque la cola, pero no así para el mono que sostiene una botella de Coca-Cola: una botella tiene culo, pero no cola. Es decir, la orden solo se ajusta al objeto de uno de los monos, con lo cual se demuestra que por muy elástico, abstracto y recursivo que sea el lenguaje, por muy algorítmica que sea su sintaxis, su desarrollo responde a un contexto en cuestión. El desarrollo del lenguaje parte de la semántica, de la acción significadora. La instalación de Taro Izumi (Nara, 1976) Fishing and bone setter [Pesca y huesero] me recuerda el artículo casi fundacional de la lingüística funcional de M.A.K. Halliday, en que el lingüista inglés analiza las características funcionales del desarrollo del lenguaje de los niños, las cuales parten con la manipulación de objetos, sea para acercarlos, alejarlos o para sonsacar verdaderas lecciones de los interlocutores adultos, en un viaje que va del gesto al signo pasando por el símbolo, hasta llegar al uso amplio, casi ilimitado de metáforas. Las máscaras de simio cumplen otro papel: el de poner al espectador-usuario de la instalación ante una especie de escena de laboratorio en el que se estudia el comportamiento e inteligencia de nuestros primos los primates, casi como si se tratara del Origen del planeta de los simios.

(2) La segunda nuez de la muestra son las Holy flowers [Flores sagradas] de Mircea Cantor. Se trata de una serie de fotografías en blanco y negro que el artista rumano hace de un caleidoscopio de gran tamaño en el que pone distintas piezas de armamento, desde el caño recortado de una ametralladora hasta la hoja de un cuchillo de combate. El resultado son verdaderas flores letales. Resulta una metáfora fascinante por lo contradictorio que es cosechar flores del mal de una manera tan explícita, pero a la vez hipnótica o sicodélica y sensual. Bookmark and Share

Wednesday, 24 August 2011

Requesting spontaneity and asking students to ask questions

Throughout my research in foreign language teaching I have come across two very interesting paradoxes.

The first one dealt with teachers requesting spontaneity from students.

The second one dealt with teachers asking students to ask questions in the target language.

In the former, the teachers were aiming for students to communicate about themselves in order for them to acquire a particular point of the formal language or pragmatic system. In the latter, the teachers were concerned about students practicing the forms that already had been introduced (linguistic patterns).

Bernstein acknowledged quite early that the problem of instruction is a problem that deals with values, which he called the social order or regulative rules. Instructional tasks are a function of the regulative order. You see, what teachers are trying to accomplish is students changing or acquiring a new set of values.

These paradoxes reveal the true nature of the educational endeavour as those demands spring from a form of vacuum: (a) is the question that follows a demand for asking a question a real question?; and (b) is the behaviour that follows a demand for spontaneity really spontaneous?


I have recently learned that in psychology, experts who teach therapeutic techniques go through the same kind of trouble: how to get a particular student to do something without paradoxically having to tell him or her ask me a question, be natural, which takes away their freedom.

Well, in the case of psychotherapists, psychology educators may want to educate individuals by freeing them, by having them pondering problems and getting their own solutions. In the case of language educators, I am not sure if they want their students to be free. Just look at language tests: they test the ability of the acquirer to be in the shoes of an ideal learner: a sort of common middle-class-middle-anything guy to whom the words of Nobel-winning Mario Vargas Llosa perfectly apply as he explained who he was addressing to with his particular use of language throughout his novels: a moderately educated reader [un lector medianamente culto]. In current circumstances, foreign language education is for robots. Companies lack bilingual workers, meaning robots like Star Wars android C-3PO. Language teachers just assemble them.

Moreover, parents go through the same kind of problem when trying to get their sons or daughters to do something. If they explicitly tell them, they will get back a kind of behaviour that has not been internalised, which opens the door to several forms of rebelion or resistance.

Psychologist Terrance Olson believes that is better to assign a task than to assign a technique. The latter assignment may create a non-spontaneous response, while the assignment of a task leaves the student free to examine how to accomplish the task. The same, he says, can be applied to children when one wants to strentghen father-child bonds.

This is precisely the type of problem that one encounters with the weak version of communicative language teaching (CLT), which is based on the belief that the communicative competence can be explicitely taught by focusing on the formal aspects of the formal system. In other words, what happens in CLT's weak version is that a path, a technique is taught. CLT's strong version, on the contrary, just sets the object of the task and lets students to find and deal with the procedure in order to achieve the object. But even in this case, it is very difficult for educators to lay back and let students organise themselves and come up with an answer about the means to solve a task. For once, the teacher is biting her fingernails waiting to jump in and teach them the best way to go about is... and one clearly sees where the demand for spontaneity comes from.
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Monday, 28 March 2011

Lord Cromwell y el descuartizamiento de los cartujos

SORPRENDE la colección de lúgubres pinturas de fray Juan Sánchez Cotán (1560-1627) que se encuentra en el monasterio de La Cartuja de Granada. Se trata de escenas bastante naturalistas, que distan mucho del barroco andaluz, acaso porque se deben por entero a las escenas históricas que representan y que tratan, primero, de la vida de San Bruno y, segundo, de la inquisición anglicana que sufren los priores cartujos en Inglaterra —aunque de la Inquisición anglicana no se sabe mucho, puesto que los spin doctors ingleses dominan y se encargan de que la leyenda negra solo ponga en evidencia a Torquemada y sus muchachos.

«Tres priores de los cartujos y el fraile de Santa Brígida comparecen ante Lord Cromwell», es una de las pinturas de la colección. Muestra a Oliver Cromwell (Lord Cronwel, indica la cédula) sentado en una silla a la manera de un monarca y con idéntico ademán juzgando a los priores. El poder detrás del poder de la breve República Parlamentaria inglesa condena a todos a muerte, no sin antes someterlos a diversas torturas muy del gusto de la policía política de la época. Se les amarra al tiro de tres caballos y los priores, de espalda, vistiendo el hábito monacal blanco que caracteriza a esta orden de modestos frailes, son acarreados como animales por el suelo mientras sostienen sendas cruces en las manos atadas («Suplicio y muerte de los tres priores cartujos y el fraile de Santa Brígida», que se reproduce en la fotografía). Suponemos que el fraile de Santa Brígida viste de oscuro, como franciscano. Tanto blanco como marrón o gris son señas del voto de pobreza de esta orden. Nótese que los cartujos en España llevaron durante un buen tiempo la capa española.

«Cartujos presos en la torre de Londres» es otro cuadro aterrador. Allí esperan los cartujos con grilletes en manos y pies, amarrados alrededor de una de las columnas de la torre. La escasa luz de la ventana del calabozo proyecta la imagen espectral de unos monjes ahorcados, exhibidos en el patio de armas como piezas de caza. Es interesante que Sánchez Cotán no oculta el desasosiego de quienes van a morir en breves momentos. No los pinta como mártires sonrientes, en la gloria de quienes saben que serán salvados, sino con muecas de horror en el rostro. Prima su deseo de producir repulsa, primero, antes que alguna idea de piedad. Eso vendrá más tarde. Ninguna religión ha estado ajena a los vaivenes políticos, si es que no ha formado parte de lleno de ese poder, como lo era en tiempos más primitivos en que el poder temporal y el divino reacían en la figura del monarca que era también sumo sacerdote.

«Descuartizamiento de los mártires de Inglaterra» es eso, una especie de masacre en que los exterminadores ingleses se ensañan con los cartujos, los Carthusians. No basta con picarlos y atravesarlos a punta de lanza sino que además deben ser descuartizados, reducidos a miembros inconexos.

Las reproducciones han sido extraídas de la página Web de Oronoz (http://www.oronoz.com/paginas/oronozframeset.html).

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Thursday, 17 February 2011

Monday, 7 February 2011

Mubarak, Pinochet and no Swiss watch for Bush

The US can use Mubarak no longer and so Washington will let him fall, provided that some perk tailor-made transition is in place to accommodate its wide-ranging interests in the region. That means that Egypt’s military will be the broker of the deal. Forget about the people of Egypt who demand freedom. The US is not interested in democracy or free elections. If it were, Washington would have planned for or promoted a smoother transition long ago.

Thirty years ago the US could use no longer Pinochet and Washington let him fall. It was a slow fall, like a slow-motion action scene from The Matrix or two animals copulating in an Animal Planet documentary. Unlike Egypt, Chile had a much more democratic trajectory and Chileans would not settle for anything less than for some form of democracy. Nonetheless, the Chilean military acted like a shadow during the first nine years of the transition just to make sure nothing went off rails. They did not want the people overturning the imposed Constitution of 1982. That tutelage backed by a piece of weapon was over the day Pinochet was arrested in London in 1998, pending extradition to Spain under charges of genocide and terrorism. Eventually, the UK sent the octogenarian former dictator and lifetime senator back to Chile. He never stood trial either in Spain or Chile but he could no longer get his dark Italian-fabric suits made on Savile Row.

It works so well to deal with the military, for they have the monopoly of the force but lack civilised manners and so they deal with the country’s dirt, provided they get rank promotions and juicy retirement cheques, whilst the aristocracy and the old money maintain their grip on the economy. Do not look at Mubarak, check for the real pharaohs behind him. By the same token, Pinochet was just the hound sent by Chilean plutocrats to hunt Allende down and his communist sympathisers.

In 40, 50 or 60 years the US government has not changed much. The scenes broadcast from Cairo’s Liberation square tell the same story of US’s backyard: Latin America. Washington preaches democracy and sells the deeds of its founding fathers to the World whilst the State Department shakes hands with brutal and mild dictators alike. Unfortunately for Washington, the world has changed. The on-line dictionary of the cybernaut, especially the youth, registers concepts such as ‘free flow of information’, ‘international justice’ and ‘word-wide court of opinion’. So it is not surprising that leaks that reveal good old-style US dealings produce so much concern in Washington.

When I watch the images beamed from Liberation square I just cannot help going back in my mind to my childhood and teenage days in Chile during the 70s and 80s. All the misery we have to endure in a country in which you could not speak your mind out. The people were dominated by the self-appointed military and backed by a condescending US. Some may say that we had stability and eventually, the nation got back on its feet, economic growth followed and the ghost of Allende’s bankrupt and delusional government was left behind, but I doubt we really had stability, let alone peace of mind. Freedom cannot be traded for security. If fear means stability, we had stability. The same stability the Mubarak regime created in Egypt for 30 years.

I watch those Egyptian men and women on Liberation square on television and I feel the same dizziness I felt for the first time when I took part in a peaceful demonstrations in Santiago against the regime’s restrictions on information or when I was being followed by members of the intelligence. That dizziness, being the product of fear, marks the overcoming of fear. It is the same kind of dizziness I feel when I counter arbitrary power.

Unfortunately for Washington, the world is ahead of the divide-and-rule game this time. Blame it all on Wikileaks, Twitter or Facebook, which are a portrait of social change, not the other way around. This change in social relations cannot be completely disassociated from the force for good that the US represents. The problem the US needs to address is its external-internal schizophrenia. You cannot longer protect the rule of law within your territory and at the same time break international law. US governments will be held accountable for their deeds not in 20 or 30 years, after some CIA confidential documents get declassified, but within 2 or 3. And they will also be held accountable in the court of public opinion that emerges after a few clicks on Twitter. That leaves Washington with a limited repertoire of dirty tricks, like launching civil unrest in a major capital, financially supporting Frankesteinean and corrupt governments, illegally selling weapons or unlawfully invading or bombing a foreign country.

The world is ahead the US. This is the first time a former US president can be held accountable for crimes against humanity 2 years after leaving office. I just learned a few hours ago that waterboarding-fond George W Bush will not be travelling to Switzerland for he can face there the same kind of ordeal Pinochet suffered in London in 1998. Blame it all on sacrosanct globalisation.

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